Hallazgos

• La inseguridad pública se experimenta de manera distinta en mujeres y hombres. Los hombres son la mayoría de los perpetradores y de las víctimas de violencia en México. Las mujeres son menos propensas que los hombres a sufrir la mayoría de los delitos, excepto la violencia sexual y secuestros. Las mujeres tienen más miedo que los hombres de sufrir un delito, y son más propensas a limitar su participación en espacios públicos en consecuencia.

• La VBG en México está sub-registrada, subestimada y mal medida. Hay una falta de información actualizada, desagregada, local y geo-referenciada sobre la VBG, lo cual dificulta el diseño y la implementación de políticas adecuadas para prevenir y atender la VBG.

• La VBG prolifera y se intensifica donde incrementa la violencia generalizada y hay impunidad.

• Hay una desarticulación de las intervenciones de seguridad pública y las intervenciones de VBG en México, que suelen enfocarse solamente en la violencia contra las mujeres (VCM). La prioridad de la política pública para combatir al crimen organizado “opaca” a la VBG en México.

• La mayoría de las intervenciones de prevención de VBG en México, tanto del gobierno como de la sociedad civil, tienden a ser ex post facto, después de que haya ocurrido un hecho de violencia, para prevenir la reincidencia y para proporcionar servicios a víctimas. Hay poca prevención antes del hecho de violencia, o en el largo plazo después de la violencia.

• El acceso de justicia para víctimas de VBG requiere alta capacitación de los actores del sistema de justicia penal para evitar su revictimización y garantizar sus derechos.

• Cuando se aplica la perspectiva de género a las violaciones graves de derechos humanos, se revelan características diferenciadas de los y las víctimas de homicidio/feminicidio, trata de personas, desapariciones forzadas, tortura y violencia contra defensores de derechos humanos y periodistas.